Sun

La llama del año nuevo

El fin de año que dejamos atrás puede compararse con el sol poniéndose en el horizonte, dando paso a un nuevo día. Aunque ya no sea visible para nosotros, el sol sigue brillando, iluminando otra parte de nuestro planeta. Esto nos recuerda que la luz nunca deja de abrazar a la Tierra y de alimentar a nuestra llama interior.

Esta llama es la fuente que sacia nuestra alma, alimenta nuestros talentos e insufla alegría en nuestra vida. Si descuidamos su presencia, es como si nuestro sol interior se ocultase detrás de las nubes. Ignorarlo durante demasiado tiempo provoca nubarrones aún más oscuros, preludio de tormentas.

Para alimentar nuestra llama, no es necesario realizar actos heroicos; gestos simples como una sonrisa o nuestra entrega a los demás son suficientes. Si nos dejamos guiar por la energía de este principio de año, conseguiremos el valor de romper nuestros viejos patrones para explorar el mundo con una nueva mirada. Al hacerlo, nos redescubriremos y así, alcanzaremos la verdadera paz que viene de Él. Este año, que nuestra llama interior brille incesantemente como el sol, iluminándonos cada día sin descanso. Feliz Año Nuevo,

Bernard y Angy

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