Con el primero domingo de diciembre, hemos en el periodo del Adviento, un camino de despertar interior que nos lleva hacia el corazón de Navidad. En este día especial, la fiesta de la Inmaculada Concepción, dejémonos inspirar por el encuentro entre María y el Arcángel Gabriel, un momento que nos recuerda la importancia de tener fe en ese mundo invisible pero poderoso que nos guía en nuestros pasos.
Esta celebración nos llama a renovar nuestro ‘sí’ más sincero y profundo, a consolidar nuestra confianza en lo Absoluto, Aquel que todo lo puede. Que nuestra fe ilumine nuestro camino, llevándonos más cerca de la verdadera esencia de la Navidad.
Bernard y Angy