Las hojas ya se han caído ahora y el árbol está desnudo. Adviento, los días antes de Navidad, es tradicionalmente un período de internalización simbolizado por velas encendidas una tras otra cada domingo. Mientras, afueras, la naturaleza se desnuda, se encienden progresivamente nuestras llamas interiores en preparación para el momento en que el árbol estará completamente adornado con luz para navidades. Me gusta pensar que cada uno de estas llamas representa los cuatro aspectos del amor divino como en la frase del Evangelio: « Ama al Señor tu Dios con todo tu Corazón, con toda tu Alma, con todas tus Fuerzas, con toda tus Mente* »
Este momento del año es ideal para dejar atrás el pasado y dejar espacio para la renovación que trae la Navidad. Renunciar a las apariencias para encender nuestras cuatro llamas internas que nos conectan y nos unen con el Divino». Bernard Rouch
- Evangelio de San Lucas 10:27