Un pensamiento para nuestros maestros espirituales… ¿Pero que maestros?

Este Domingo 9 de julio se celebra la fiesta india de gurú purnima que significa luna llena de los maestros (Gurú). Este día está dedicado al agradecimiento de todos los que nos han enseñado algo, que han abierto la flor de nuestra conciencia y nuestro corazón. Los que no nos impusieron una verdad, sino que han indicado con el dedo hacia nuestro corazón para encontrarla.

La gratitud es reconocer a aquellos que han encendido en nosotros la llama de la curiosidad, los que nos despertaron del sueño de la vida cotidiana. Dar las gracias significa tomar conciencia de que somos parte de una red de insegnantes que nos han inspirado. Cada uno de ellos a su vez fue estudiante de otros maestros de los cuales somos indirectamente estudiantes. Un linaje que nos hace remontar a los grandes maestros de la humanidad al servicio del Divino, visibles e invisibles.

Pero quiénes son estos ensegnantes? Claramente los que nos hicieron abrir los ojos sobre el mundo, pero no solo. También hay maestros desconocidos, los que nos enseñan todos los días. Los primeros entre ellos son las personas más cercanas a nosotros, empezando por nuestro compañero de vida, nuestros hijos, nuestra familia.

Son esas personas que en un momento pueden ayudarnos a resolver un problema. Son aquellos que con dulzura saben encontrar la palabra correcta para levantarnos cuando caemos. Los que, por último, pueden darnos un impulso vigoroso para despertar nuestra conciencia dormida. Los maestros, también somos nosotros, a nuestra vez, sin darnos cuenta, con el ejemplo de nuestra vida día tras día.

Buen gurú purnima a todos,

Bernard Rouch

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